Guía práctica para principiantes
Por qué merece la pena aprender a usar bien la mandolina
La mandolina de cocina es uno de esos utensilios que dan un poco de respeto, pero que, una vez le coges el truco, se vuelve imprescindible. Te permite cortar verduras y frutas de forma rápida, uniforme y con una presentación de restaurante, incluso si estás en casa.
Qué es exactamente una mandolina de cocina
Una mandolina de cocina es un utensilio diseñado para cortar alimentos en rodajas muy regulares con un mínimo esfuerzo. A diferencia del cuchillo, aquí deslizamos el alimento sobre una superficie con cuchilla fija, lo que hace que el grosor sea mucho más uniforme.
Existen mandolinas sencillas, pensadas solo para laminar, y modelos más completos con cuchillas intercambiables que permiten realizar cortes en juliana, bastones o incluso rallado. Si quieres verlo ordenado por familias, tienes el mapa aquí: tipos de mandolina.
Para el día a día, mucha gente empieza con una mandolina compacta de mano: ocupa poco espacio, se limpia rápido y es perfecta para rebanar verduras para ensaladas o guarniciones. (Y si te interesa la versión “clásica”, aquí va: mandolina manual.)
Seguridad básica antes de empezar
Lo más importante no es qué mandolina tienes, sino cómo la usas. Antes de hacer el primer corte, ten en cuenta estas normas:
- Coloca la mandolina sobre una superficie estable. Si tiene patas o ganchos, asegúrate de que estén bien apoyados. Nada de usarla en el aire.
- Utiliza siempre el protector de manos o, en su defecto, guantes anticorte certificados. Es la forma más sencilla de evitar sustos. (Aquí tienes la guía completa: seguridad con la mandolina.)
- Trabaja con alimentos manejables. Si la pieza es muy grande o muy dura, córtala en trozos más pequeños antes.
Consejo: si es la primera vez que usas una mandolina, empieza con alimentos blandos y fáciles, como calabacín o patata cocida. Te ayudarán a coger confianza. Para ideas rápidas con grosores recomendados: recetas de verduras laminadas.
Cómo montar y ajustar la mandolina
Cada modelo tiene sus particularidades, pero casi todas las mandolinas comparten estos pasos:
- Encaja la cuchilla principal siguiendo las indicaciones del fabricante. Asegúrate de que queda bien sujeta y sin holguras.
- Ajusta el grosor del corte con la rueda o la palanca reguladora. Para empezar, lo ideal es un grosor medio: ni muy fino ni muy grueso.
- Coloca el recipiente o una tabla debajo, si tu mandolina no trae contenedor integrado. Así recoges las rodajas directamente.
Si quieres “nivel pro” (juliana, bastón, etc.), aquí lo tienes explicado con ejemplos: tipos de corte con mandolina.
Mira cómo se usa una mandolina en la práctica
A veces es mucho más fácil entender el movimiento viendo a alguien hacerlo que leyendo una explicación paso a paso. En este vídeo puedes fijarte en la postura de las manos, la inclinación de la mandolina y el ritmo de corte para que el gesto te salga fluido y repetible.
Fíjate también en cómo se utiliza el protector de manos y en cómo el alimento se desliza siempre en la misma dirección, sin giros raros. Te recomiendo que veas el vídeo una vez entero y luego lo repitas mientras tienes la mandolina delante, para ir copiando el movimiento con calma y sin prisas.
En este video te explican ampliamente cómo se utilizan distintos modelos de mandolinas de cocina
Cómo usar la mandolina paso a paso
Una vez tienes la mandolina montada y ajustada, es hora de pasar a la acción. Este sería el proceso básico:
- Coloca la mandolina delante de ti, ligeramente inclinada, con la parte de la cuchilla más cercana a tu cuerpo.
- Pincha el alimento en el protector de manos o sujétalo con el accesorio que incluya tu mandolina.
- Desliza el alimento hacia abajo y hacia arriba con un movimiento de vaivén, sin presionar en exceso. Deja que sea la cuchilla la que trabaje.
- Cuando quede poca pieza, no apures hasta el final con los dedos. O bien utilizas al máximo el protector, o bien paras y reservas el resto para otra preparación. (Este es EL error nº1: aquí lo tienes explicado con ejemplos: errores comunes.)
Qué alimentos puedes cortar con la mandolina y cómo ajustarlos
Con una mandolina de cocina puedes laminar prácticamente cualquier verdura o fruta que tenga una textura mínimamente firme. Algunos ejemplos:
- Patatas para chips, gratinados o tortillas más finas.
- Calabacín, pepino o zanahoria para ensaladas, carpaccios o salteados rápidos.
- Remolacha, nabo o rábano para láminas decorativas y coloridas.
- Manzana o pera para tartas, compotas o chips de fruta al horno.
Si el alimento es muy duro (como una calabaza grande o una raíz gruesa), córtalo primero en trozos más pequeños y estables antes de pasarlo por la mandolina.
Para llevar esto a recetas reales (sin comerte la cabeza): ideas con verduras laminadas.
Limpieza y mantenimiento después de usarla
Para que tu mandolina dure años y siga cortando bien, la limpieza es clave:
- Límpiala justo después de usarla, antes de que los restos de alimento se sequen.
- Usa un cepillo o esponja suave para retirar restos de la cuchilla sin tocarla directamente con los dedos.
- Comprueba si es apta para lavavajillas. Si no lo es, lávala siempre a mano con agua templada y jabón suave.
- Sécala bien con un paño o deja que se airee completamente antes de guardarla, así evitarás manchas de óxido y malos olores.
- Si tu mandolina tiene piezas desmontables, guárdalas recogidas en su propia bandeja o caja para que las cuchillas no golpeen con otros utensilios y se mantengan afiladas más tiempo.
Si quieres el paso a paso detallado (donde suele cortarse la gente): cómo limpiar una mandolina sin jugártela.
En este video podrás ver la mejor manera de limpiar este modelo de Tupperware
Errores comunes al usar una mandolina (y cómo evitarlos)
Estos son algunos fallos habituales cuando alguien se estrena con una mandolina de cocina: (si quieres ejemplos “tal cual pasan”, aquí está el post completo: errores comunes al usar mandolina).
- Usarla sin protector de manos, sobre todo para “apurar un poquito más”.
- No ajustar bien el grosor y obtener rodajas demasiado gruesas o que se rompen.
- Trabajar con prisas: cuanto más rápido, más fácil es cometer un error.
- Intentar cortar piezas demasiado grandes o duras sin adaptarlas antes.
Si tu problema es “me da respeto”, empieza por el método seguro: seguridad paso a paso.
Qué mandolina elegir si aún no tienes una
Si después de leer esta guía tienes claro que quieres incorporar una mandolina a tu día a día, el siguiente paso es elegir el modelo adecuado.
Hemos preparado una comparativa con algunas de las mejores mandolinas de cocina según tipo de uso, presupuesto y nivel de seguridad, para que no tengas que revisar decenas de fichas de producto.
Ver comparativa de mandolinas recomendadasY si aún estás dudando por “familia”, aquí va el atajo: tipos de mandolina.